04 marzo 2010

El Poder del Pueblo

“Hijo del pueblo, yo no lo olvidaré; por el contrario, sostendré sus derechos, cuidaré de que se ilustre, se engrandezca y se cree un porvenir, abandone la carrera del desorden, de los vicios y de la miseria,a que lo han conducido los hombres que sólo con palabras se dicen amigos y sus libertadores; pero con sus hechos son más crueles tiranos”- Benito Juarez.

Hay quienes hablan de libertad y democracia, pero esos mismos nos tienen encadenados en sus intereses propios, hay quienes hablan de bonanza colectiva, pero los que se han llenado los bolsillos son los; es el cuento sin fin, que mas nos da para hablar, que mas nos da para expresar, que mas nos da para escribir, las balas que todos tiramos los que conocemos la realidad, parecen ser de salva, porque solo hacen ruido y no dan a ningún blanco. Esto lo escribo porque algunos buscamos la cura de una colectividad, de una sociedad, de un pueblo que no sabe que esta enfermo y es porque no ha visto donde esta su cáncer. Pero es momento de despertar, actuar, armar y estructurar para buscar la alianza partidista, para decirle al pueblo que se acercan tiempos mejores y seguros. Porque esa es la misión del hombre que busca el bienestar grupal, que busca el logro real de la política, el bien común.
En un Estado hay figuras fundamentales para el desarrollo social, político y económico, y por mencionar a grandes rasgos algunas son: el gobierno, los partidos políticos u organizaciones legales, las empresas y la sociedad que no tiene participación netamente política (pero es la que sufre las consecuencias de las decisiones de los administradores gubernamentales), observándolo así y viendo el panorama, entre los engranes de la maquinaria Estatal (territorio, gobierno, sociedad), hay uno que falla, el pueblo, entonces el bien común no llega por una sola razón, porque no hay una sociedad organizada, informada, no hay una sociedad que actúe, pero que de verdad actúe y no critique desde un sillón dentro de casa, ni que manifieste su descontento con el gobierno entre charlas domingueras dejándolo todo en manos de la esperanza, la esperanza da cierta luz al camino que se piensa crear, pero la esperanza no es factible, lo que si lo es, es el actuar por un bien común organizados.
La soberanía esta en el aire, y vuela junto a la decadente voluntad de este pueblo, la soberanía es como un gran pastel jugoso y delicioso del cual puede satisfacer el hambre de justicia de todos, la soberanía es como la pelota en un juego de futbol todos deberían buscarla y todos deberían tentarla, pero hace tiempo que en México nadie practica el deporte de la voluntad.
La soberanía esta escondida ahí, esperando en los cajones del olvido y la apatía, esta a unos metros fuera de casa en la participación y organización colectiva, esta germinante en las ideas, los escritos, las acciones que marchan hacia el bien común, es un regalo que nos dejaron nuestros ancestros a través de las luchas sociales y políticas en el andar del tiempo y vino a culminar en un documento, la constitución, la soberanía es un regalo que nos dota la ley, es la esencia del equilibrio entre los gobernantes y el pueblo, es la mano ejecutora de un mal gobierno, sino pregúntenle a algún libro que hable de la Revolución Francesa.
Nuestra carta magna dice en su artículo treinta y nueve, que la soberanía nacional, ósea el poder supremo y absoluto de un Estado, reside esencialmente y originalmente en el pueblo, y que este tiene el derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno. Entonces, la soberanía esta en nosotros, esta guardada en los bolsillos esperando salir y cumplir con su trabajo…ser un contrapeso para el gobierno, ser la mano ejecutora de los actos corruptos e infames que abruman la vida de la colectividad.